Un amor inquebrantable

  • Ser aficionado de un equipo es una experiencia única, como una montaña rusa de emociones

Por: David Pensado

A minutos del arranque del juego, el nerviosismo por saber el destino de la temporada se hace presente, los segundos se hacen eternos, el marcador final será una incógnita pero hay algo por seguro, el amor por el equipo seguirá intacto.

Desde aquellos que en su sillón están atentos al televisor más de 90 minutos, viviendo una tensión que no es ordinaria. Al unísono de la porra, saben que no importará el resultado, siempre abrazarán la playera y besarán el escudo.

Foto vía: ESPN.

Desde el estadio, los aficionados estallan en un rugido único que provoca escalofríos, cuando suena el silbatazo inicial y el balón rueda en el campo, la euforia invade las almas de los miles de “hueso colorado”

Asimismo, en las calles se observan completos desconocidos portando los mismos colores, enlazándolos sin haber cruzado una palabra, pero unidos por un mismo amor y una pasión inconfundible.

Esto es tan solo una percepción de lo que significa ser leal y apoyar incondicionalmente, claro que el resultado importa, pero al final, el amor al equipo y sus colores es inquebrantable, y como dice la porra: “Cada día te quiero más”.

 


 

Comentarios

Entradas populares